24.2.08

ROSTROSPIRITUAL- PERFORMANCE



Tatuajes

Los indios de la selva no se tatúan realmente. No se hacen marcas profundas en la piel.
Se hacen un dibujo en la cara para ir a comer con sus amigos y lo borran al regresar. Todo el mundo ha notado que es una forma de vestirse. Algunos colores se ensucian en seguida, lo que para nosotros sería un inconveniente. Los turcos observaron sagazmente cuán indecente es el rostro. Se lanza por encima de la ropa y las miradas salen como locas. Todo lo malsano y lo bestial que tiene la piel desaparece cuando en ella se encuentran unos trazos o grillas. El rostro se vuelve intelectual antes que inteligente, se vuelve espiritual. Tranquiliza. Cuando mis indios estaban tatuados, siempre tuve la impresión de que entonces íbamos a poder hablar, salvo en el caso de que el dibujo siguiera estúpidamente y engrosara los contornos de la cara y de sus componentes.
No soy un gran profeta al decir que la raza blanca adoptará el tatuaje dentro de poco. Me dicen que el estado de ánimo actual se opone claramente a ello, entre otras cosas. Los profetas dicen: “Ya lo verán”, y eso les basta, al igual que a mí.
Añado solamente que el tatuaje, como todos los ornamentos, al igual que puede hacer que aparezca una superficie, con mucha mayor facilidad puede hacer que la superficie desaparezca, como un tapiz hace que desaparezca la extensión de la pared. Y ya es tiempo de hacer que desaparezca el rostro. Es en verdad imposible asumir un aspecto modesto con un rostro, a menos que éste haya sido especialmente arreglado para ello.
H. Michaux


Performance duracional realizada el 5/11/05 en el marco del evento “6x6=7” (intercambio de performance Quilmes–Cdad. Autónoma de Bs. As.) + el invitado Valentin Torrens (España), ZONADEARTE, Quilmes. + info en http://www.gazonadearte.com.ar/

Sentada en postura meditativa. Túnica negra sobre fondo negro, pelo despejado del rostro con una vincha. Ubicada frente a un espejo redondo. Objetos: un chin-chin, cuenco blanco con agua, toalla blanca, lapiz negro. Lavo el rostro con agua y lo seco. Hago sonar el chin-chin para abrir la acción. Comienzo a marcar el rostro con trazos negros que lo atraviesan. Todo esto en distintas velocidades, intensidades y detenciones. A veces aparecen junto con el aire sonidos...
La acción termina cuando el rostro desaparece detras de todos los trazos-marcas que lo atraviesan. Cierra el sonido del chin-chin.
(una filmadora que esta colocada tomando el rostro registra parte de la acción , ya que ésta fue mas extensa (2 hs. y media aprox.) que la duración del cassete)






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